Carta de agradecimiento dirigida a Comunidad Escolar del Colegio Intercultural Trememn. Santiago de Chile.
Junto con saludarlos muy cordialmente, mediante la presente quiero agradecer a la Comunidad del Colegio Intercultural Trememn la posibilidad de haber podido conocer la realidad educativa con la que ustedes están comprometidos. Pero a la vez quiero compartirles mis impresiones del trabajo que ustedes realizan.
Para ello, lo primero es presentarme para que conozcan quien soy y desde donde estoy escribiendo estas palabras. Mi nombre es Alberto Moreno Doña, trabajo en la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad de Valparaíso y desde comienzos de este año dirijo una investigación financiada por el Fondo Nacional de Investigación Científica y Tecnológica de Chile (FONDECYT) en donde trabajo junto a académicos de la Universidad de La Serena, Universidad de Santiago de Chile, Universidad Austral de Chile y Universidad San Sebastián, sede Valdivia.
Llegué al Colegio Intercultural Tremenm en el contexto de la investigación ya señalada para entrevistar a una profesora y a una alumna (por temas de respeto a la privacidad de cada una de ellas y de ética profesional y científica no diré sus nombres).
En un primer momento, fue el director del establecimiento educativo quien muy amablemente abrió las puertas del centro educativo para que yo pudiera acceder. Y desde el momento en el que llegué al centro educativo, todas las personas con las que me crucé desbordaban amabilidad y alegría, cosa realmente no muy habitual en otros establecimientos educativos. Eso ya generó la primera grata sorpresa en mí.
Posteriormente, accedí a entrevistar a una profesora. La conversación mantenida con ella me llegó a emocionar. Desde la academia es muy común ir construyendo una visión muy crítica, y en algunos casos pesimista, sobre la educación escolar del país. La lejanía y quizás la comodidad de los asientos universitarios son las que nos empujan a ir construyendo esta visión. Pero la conversación con la docente destruyó rápidamente esta visión. La profesora me mostró una claridad profesional realmente apasionante, una mirada crítica sobre el quehacer docente que se acompaña de un compromiso ético y pedagógico verdaderamente enriquecedor. La facilidad con la que se desplazaba dese su área de especialidad a la realidad del trabajo pedagógico con los niños y jóvenes me emocionaba. Me permitió seguir soñando con la posibilidad de que la escuela chilena puede llegar a ser un lugar justo, equitativo y de entusiasmo por el aprendizaje.
Semanas después volví al establecimiento educacional para conversar con una estudiante. Y el enriquecimiento continuó, ahora desde la voz de dicha alumna. Su convicción por diversos principios éticos y de justicia social, su compromiso por un mundo mejor y la claridad de sus palabras provocaron en mí, incluso, el poder retomar y rehacer algunas de las categorías teóricas desde la que trabajamos en la investigación ya nombrada. Su coherencia discursiva y la capacidad para mostrar nuevos derroteros de la escuela, unidos a la identidad institucional que mostraba en la conversación, son un claro ejemplo de lo que queremos de nuestra juventud chilena.
Por todo lo dicho, quiero terminar este breve texto agradeciendo a la comunidad educativa del Colegio Intercultural Trememn la posibilidad que me han ofrecido para seguir pensando la educación escolar.
De todo corazón, muchas gracias. Espero que durante el año 2018 podamos seguir conversando.
Fdo.: Dr. Alberto Moreno Doña
Universidad de Valparaíso
E-mail: alberto.moreno@uv.cl